martes, 29 de marzo de 2011

Sagrada Familia

Hoy ha sido un día de contrastes.


Ir a ver a Consu cantar en la Sagrada Familia ha sido muy bonito. Para empezar nos hemos reunido aquellos a los que el tango ha unido y ha sido muy especial compartir este día. Estar juntos para ver a nuestra amiga brillar haciendo algo que tanto le gusta, y en un lugar especial como el templo que Gaudí proyectó. Y en una ceremonia en defensa de la vida. Para mi ha tenido un toque mágico, el lugar, los amigos, el encuentro.

Luego todos a bailar a la milonga. Nos divertimos, bailamos , nos reímos.

Nos reímos antes, con Rebe y sus orejitas de “conil” en papel del cancionero para hacerle gracia a la chiquita de la fila de asientos delante nuestro. Y el agujerito para sacarle la lengua y tenerla entretenida. Un señor ya saliendo nos riñó por hacer ruido y reírnos y para hacer honor a la verdad, tenía razón .Y nos reímos luego sacándonos fotos luego del café con leche que nos tomamos para entrar en calor. Y nos reímos más tarde aun de camino a la milonga y ya en la milonga nos reímos de nosotros y de las situaciones graciosas que siempre se dan. Y bailamos en la terraza, el suelo no desliza tanto como en la sala pero al menos nadie te patea un muslo dando un boleo cuando la pista está llena . Que nos lo pasamos genial y nos reímos sin hacer mal a nadie. Bueno, si no pensamos en el señor que se sintió muy ofendido por que hicimos ruido en la misa.

Ya de regreso a casa, en el metro, haciendo combinación en Verdaguer me encuentro con que nos quedamos parados como 15 minutos por que un par de “bandas” se ha peleado en la estación Diagonal y alguien ha salido herido. Una mujer que venía de más lejos nos explicó lo que había pasado y cuando estaba en eso, una parte de una de las bandas que había continuado el viaje pasa delante nuestro dando voces y provocando . De pasada se meten en el vagón para provocar a un chico que evidentemente les conoce pero intenta pasar desapercibido. La situación fue tensa, desagradable. Nadie sabía hasta donde podía llegar la cosa. Finalmente gritando y amenazando se fueron como llegaron. El personal de seguridad del metro brilló por su ausencia. Es decir no apareció nadie . Nadie “riñó” a esos vándalos por partirle la cara a una chica, que seguramente tampoco sería una santa pero se llevó la peor parte. Nadie les dijo nada por detener la circulación del metro 15 minutos y tenernos a todos en ascuas y medio espantados sin saber si también nos pasaría algo malo. Es curioso lo desproporcionado de las reacciones que pueden darse ante unas risas en una misa y unos vándalos que paran un tren y nadie dice nada.

Hoy ha habido un poco de todo, una muestra de lo que surge cuando la gente se junta para pasarlo bien y que distinto el resultado cuando se juntan para dar rienda suelta a su agresividad, y pagar con los demás su rabia y su odio a no se que, por no eran más que adolescentes muy maquilladas ellas y muy vestidos todos iguales ellos. Sospecho que todo eso lo pagan sus padres. Donde estarían sus padres? Y sobre todo donde creerían que estaban sus hijos y haciendo que.

Yo le diría al señor que nos riñó en la misa, que un poco de ruido y unas risas no son para tanto que no se rasgue las vestiduras . Y a los guardias de seguridad del metro si es que existen, que por favor acudan a poner orden cuando una banda de adolescentes descontrolados capaces de hacer daño se adueñan del metro y sus pasajeros .

Y también digo yo que la Sagrada Familia de Gaudí es en su estilo muy especial y bonita. Y que la sagrada familia que decidimos formar entre los que nos amamos va mucho más allá de la sangre. Que los buenos amigos son también una familia cálida acogedora y válida. Que la defensa de la familia es la defensa de los valores, los sentimientos verdaderos y de los amores. Y que la vida es esto que va pasando cada día y somos nosotros los responsables de hacerla más dulce o más amarga. Con risas o gritos. Con ternura o con miedo. Con música y baile o con silencio.

lunes, 21 de marzo de 2011

El violinista en el metro

Iba yo en el metro el otro día. Cuando para en una de las estaciones, oigo el pitido de las puertas a punto de cerrarse, se sube un chico joven con un violín y se pone a tocar. Iba suelto haciendo equilibrio sólo con sus piernas por que claro mientras tocaba el violín no podía sujetarse de nada. El hecho es que el chico tocaba como los dioses. Interpretó primero una pieza de música clásica- debo reconocer que no recuerdo cual era- y luego un tango famoso”Por una Cabeza” y lo hizo tan maravillosamente que me emocionó hasta lo más hondo.


Cuando terminó se fue acercando a los pasajeros y con un pequeño monedero abierto decía “por la música, gracias “ y creo que de toda la gente que he visto en los vagones del metro desafinado y pasando la “gorra” este es el primero que realmente tenía derecho a pedir por la música. Para seguir pagando el conservatorio o el profesor privado o clases con quien sea que le haya enseñado a tocar así. Alguien con tanto talento y que siendo tan joven tenga la perseverancia y las ganas de hacer el esfuerzo que significa estudiar y ensayar muchas horas para interpretar así un instrumento tan difícil se merece el apoyo y el reconocimiento . Aquí si que vale esto de “por la música” por la música bien interpretada, por la música estudiada, respetada, y disfrutada inmensamente por todos los que tuvimos la suerte de coincidir en ese vagón del metro.

Me dio mucha satisfacción ver que casi todos en el vagón le dieron dinero, es muy grato comprobar que más gente reconoce la diferencia . Es muy grato ver que hay gente joven que tiene talento y lo cultiva, que se esfuerza por alcanzar un objetivo, que estudia, que muestra interés por algo, que aún tiene ilusión y sentimientos. Por que para dedicarse a cualquier forma de arte hay que sentir y eso en esta época también parece algo raro.

En la era de la velocidad, del tanto tienes tanto vales, de la música comercial, del fast food , la fast life, es un oasis escuchar un violín en el metro de camino al trabajo.

Es un alivio ver en este caso que la historia se repite para bien.

Que hay gente que sigue sintiendo, amando , ilusionándose, viviendo la vida en lugar de sólo verla pasar, como si fuese un tren.

martes, 15 de marzo de 2011

La Cartera de Antonio

Ya me lo dijo hace años una amiga argentina, Blanca. “En el mundo hay más personas buenas que malas , si no el mundo ya no existiría” y una vez más debo reconocer que es cierto. Aunque a veces es bueno que nos pasen cosas que nos lo recuerden ya que a diario es más fácil ver situaciones de esas que nos hacen perder la fe aunque sea por un rato.

Había ido mi amigo Antonio como cada día a comprar su pan y su periódico y alguna cosa más cuando al regresar se da cuenta de que le faltaba la cartera. Cabían dos posibilidades, que la hubiera perdido o que algún amigo de lo ajeno se la hubiera apropiado.

Fuera lo que fuera mi amigo decidió que lo mejor era acudir al banco y anular las tarjetas de crédito para evitar males mayores y así lo hizo. Estando en el banco suena su móvil y aunque parezca mentira alguien le avisa que ha encontrado su cartera y le da su domicilio para que vaya a buscarla.

Esto en los tiempos que corren parece casi una novela rosa, algo increíble.

Que pierdas algo y que quien lo encuentra te lo devuelva, te de su dirección te abra las puertas de su casa, es todo un ejemplo de moral y también de confianza. Dos palabras que se usan poco, tal vez por que son dos cosas que se ven poco. Tal vez también es cierto que lo malo y los malos hacen más ruido, se hacen notar más. Pero también es cierto que hay gente buena, que sigue habiendo gente con buenas intenciones, con sentimientos. Nobles. Lo que antes era más o menos normal, común y hoy es una rareza algo que nos sorprende y nos despierta de esta suerte de acostumbramiento que tenemos a que las cosas sean más malas que buenas.

Cuando pasa algo como esto a mi me da por pensar que hay que volver a confiar. Como me dijo un chico una noche en la milonga, “el tango es cuestión de confiar y dejarse llevar” y la vida se parece mucho a un tango, si confiás y te dejas llevar todo irá mejor.

Blanca tenía razón en esto como en tantas otras cosas. Hay gente buena en el mundo, también hay que tener la apertura mental, emocional y espiritual de encontrarlas o de simplemente cruzárselas en el camino. A veces sólo de reconocerlas. Otras veces percibir que la vida nos está dando una segunda oportunidad de participar de la fiesta.

Yo espero no perder la cartera, ni nada, como para comprobar si la encuentra un honesto o un amigo de lo ajeno. Pero si espero salir mañana a la calle pensando que algo bueno también puede suceder. Que te pueden robar la cartera o te la pueden devolver. Que te puede caer un chaparrón, o que alguien te puede cubrir con su paraguas. Que aunque mañana esté nublado y llueva mucho, para mi hay un sol enorme al otro lado de las nubes esperando salir a entibiarme la tarde. Y que aunque tarde una semana en asomarse yo se que está allí fuera esperándome.

martes, 8 de marzo de 2011

Día de la Mujer Trabajadora

Hoy simplemente quiero ofrecer mi abrazo especialmente cariñoso a todas la mujeres del mundo, por que todas trabajan. En casa, o fuera de casa. En casa y fuera de casa, es decir el doble pero con la mitad del reconocimiento.


A las que hacen trabajos duros, en el campo, en las fábricas, en economías sumergidas, en blanco negro, por un sueldo digno, por uno vergonzoso.

Para todas aquellas que lo dan todo por su familia, en casa y en el trabajo.

Para todas, por que ser mujer ya es todo un desafío.

Por que ser mujer en este mundo nunca ha sido fácil.

Por que ser mujer, pensar y que se note puede salirte muy caro.

Por que hay muchas que sabiendo todo esto se la juegan y son mujeres con mayúsculas.

Por que una mujer cuida de sus hijos, su marido, sus padres y aún le queda un minuto para mirarse al espejo pintarse los labios y volver del trabajo con una sonrisa.

Por que una mujer cuando lo ha perdido todo, llora su amargura y su rabia y luego se seca las lágrimas, levanta y sigue andando.

Por que a una mujer pueden quitarle todo menos la fuerza interior que la sustenta, la guía y finalmente la coloca de nuevo en la senda.

Hoy mi brindis es por ellas, por todas la mujeres de la tierra.

lunes, 7 de marzo de 2011

El Tango que nos ha unido

Quien me iba a decir a mi que me iba a picar el bichito del tango tan fuerte, tan fuerte, tan lejos de casa?


Pero lo realmente llamativo no es eso si pensamos que llevo años queriendo tomar clases. Lo más llamativo y lindo a la vez es que mis compañeros son " de cada rancho un paisano " como diríamos nosotros, uno de cada país. Cada uno con un idioma diferente, muchos lejos de casa, de la original quiero decir . Pero todos unidos por una pasión común, el tango. Y a través de este interés, gusto , hoobie, entretenimiento, nos hemos encontrado y hemos ido formando un grupete de amigos que van compartiendo cada día más cosas. La pasión por el tango nos ha ido llevando a buscar música, de tango y de otros géneros. Pero también barcitos de tapas para picar algo cuando salimos hambrientos de la milonga y nos quedan aún intactas las ganas conversar, ya que cuando se baila no se habla. Nos intercambiamos datos de autores, cantantes y músicos y , las chicas sobre todo, de ropa, comidas y amores. No exclusivamente románticos , aunque alguno también hay... pero de cosas cotidianas, de como te va la vida, el trabajo, el dedo del pie roto y el tobillo desguinzado, que en estos casos importa mucho. Y de cosas más personales que por el mismo motivo no voy a desvelar.

Por eso hoy quiero brindar por el tango que nos ha unido como supo bautizarcada brindis nuestra amiga Consu, y eespecialmentepor ella, que aunque lesionada y ausente ffísicamente_por unos días nada más - está siempre con nosotros, en cada paso, cada ocho y en cada brindis .

En el fondo este es un brindis por la amistad. El tango ha cruzado nuestros caminos , y nos ha unido la pasión común, el gusto por el encuentro, la charla amable, las ganas de compartir, la música, el baile, la amistad y las cosas verdaderas.

Quedan pendientes las cenas que planificamos ayer : una en cada casa, haciendo comida típica de cada país y compartiendo nuestras costumbres, nuestra cultura, nuestro amor por lo nuestro, lo de cada uno.

Como dijo Pablo, “que haya muchas más” refiriéndose a las tapitas de anoche.

Y yo digo que el tango nos siga uniendo cada semana, no sólo en el abrazo milonguero, sino también en el encuentro de amigos que hemos ido construyendo con el abrazo tanguero como raíz y  el maravilloso grupo humano como sus ramas y sus frutos.

Por el Tango que nos ha unido!!