lunes, 10 de diciembre de 2012

Construcciones mentales

Fui decidida a pasármelo bien. Sin importar el resultado. No fui a que me dieran un premio al mejor desempeño. Fui a sentir lo que sintiese. Con el compañero que me tocara en cada momento. No fui eufórica. Ni con grandes expectativas. Fui solo pensando en que iba a ser un buen día simplemente por que me lo tomaría con calma y sin esperar que sucediera nada en concreto.

Y funcionó.

Cuando la profe dijo:-cierren los ojos y piensen qué desearían aprender o mejorar hoy.

Yo cerré mis ojos y me invadió un deseo inmenso de disfrutar de mis propias capacidades. De soltarme. De perder la vergüenza ante la mirada ajena -tontería más absoluta preocuparse por lo que ven o piensan los demás de uno!! - por allí iban mis deseos del día , que vienen siendo los del año y por que no los del milenio.

Y cuando menos me lo esperaba se cumplieron. Al menos ese día.

Alguien me dijo que una vez puedes hacer algo, puedes repetirlo siempre que quieras.

Espero que así sea. Me lo pasé genial y me encantaría repetir la experiencia. Me encantaría repetirla cada día!

Y sospecho que gran parte del éxito de la misión depende de mi y de mis construcciones mentales.

Lo bueno es que depende de mi. Puedo elegir el color del cristal con el que miro

Lo malo es que depende de mi. Puedo elegir un cristal muy oscuro...

Lo que no puedo hacer es decir que la responsabilidad es de otro.

Es hora de aprender a gestionar el poder. El poder de decidir pasarlo bien. Disfrutar el momento. El de elegir no comerse el coco pensando en lo que los demás estarán pensando. Y sobre todo por que muchas veces todas estas construcciones sobre las que se asientan los miedos y los malos ratos son monstruos con pies de barro

El verdadero poder es el de elegir como queremos ver lo que sucede.

Y el gran logro es aprender a ver lo bueno por encima de todo.

Será tan difícil?

Será posible?

Y si la respuesta es si?