Si la ignorancia es la madre de todos
los males, la soledad es la madrina de las confusiones amorosas.
Te confundes, te has deslumbrado y
crees que es amor.
Crees que puedo llenar todos tus
vacíos, o peor aún crees que debo hacerlo.
De pronto te has creído mi dueño.
Intentas manipularme. Convencerme a
toda costa de que debemos estar juntos. Te enojas por que no cedo.
Eso no es amor.
Donde está el amor? No me conoces, no
me reconoces, solo quieres que llene tus espacios tus vacíos, que
cure tus dolores, que enmiende tus errores. No me ves a mi, no sabes
quien soy, no te importa, solo quieres que encaje dentro del marco de
tus ilusiones.
Triste papel el mío si aceptara
semejante rol de marioneta en tu obra de teatro particular.
Te agradezco que me hayas dado la
oportunidad de confirmar que estoy inmunizada contra las
manipulaciones, las agresiones verbales y la locura ajena. Me has
puesto delante la tentación de ceder a tus cantos de Sirena. Y yo me
he quedado sorda.
Has pasado delante de mi la película
con las peores pesadillas que yo pueda imaginar y he sido capaz de
tomar el control remoto de la tele y darle al off.
No estaba en tus planes pero me has
hecho un favor enorme, por que es inmensamente tranquilizador
confirmar que elijo estar conmigo, que con alguien capaz de hacerme
daño.
Me llena de orgullo y de amor hacia mi
misma, ver que sana estoy! No solo como comida sana y hago deporte,
he dejado de tener relaciones tóxicas, amores falsos de esos que se
quiebran ante un simple no como respuesta. Y he aprendido a no decir
que si, para sostener una ilusión.