Mi mente intenta controlar el bombardeo pero no tiene mucho éxito.
Demasiadas emociones en muy poco tiempo.
Demasiados cambios en dos días.
Mucha información.
Muchas puertas que se abren. A donde ir? Que camino tomar? Cual es el correcto?
Mi corazón lo sabe, mi inconsciente también. Sólo tengo que acallar el ruido para oír el sonido. Sólo tengo que respirar profundamente, cerrar los ojos y volverlos a abrir para ver.
Suena fácil, da miedo, es emocionante, me saca el sueño.
Una vez más veo como la vida puede dar un giro inesperado y absoluto en un momento.
Aquí estoy con mi copa de vino tinto, un rioja cosecha 2008, buscando una respuesta, una luz, una señal. Hoy creo que sólo vendrá el sueño, y lo agradezco.
Mañana, como dijera Scarlet O'hara en Lo que el viento se llevó: mañana será otro día. Y con el la luz de la mañana que siempre hace ver más claro.
Respiro muy profundo y muy lento.
Busco el sueño, el mejor compañero de esta noche, a falta de mejor oferta.
No me quejo, hoy prefiero dormir profundamente y levantarme con la sensación de: lo tengo, lo veo claro, ese es el camino.
Dulces sueños, tampoco está mal no?
El Rioja se desliza por mi garganta, el sueño asoma, mis párpados se cierran más a menudo.
Estoy segura: mañana será otro día y tendrá mucho que contar.