lunes, 29 de agosto de 2011

En busca del propio camino

Pasado mañana una amiga argentina se toma el avión de regreso a su ciudad natal. No va de vacaciones va con pasaje de ida. Como tantos que nos vinimos hace años, con pasaje de ida, de ida a lo desconocido, a lo nuevo, a la aventura, a un mundo que no nos estaba esperando – ni con los brazos abiertos ni cerrados simplemente no nos esperaba- A un sitio sin amigos, por que cuando uno llega no conoce a nadie y una de las sensaciones más extrañas que se tienen es que es imposible cruzarte con un conocido por la calle, o que alguien grite tu nombre por la calle y al darte vuelta a saludar veas una cara conocida. Yo los primeros días veía la cara de mi madre en cada esquina, no había bebido lo juro, eran las ganas de verla que tenía.

Otra sensación rara era no saber ni dónde había una panadería, es decir donde comprar lo más básico. Cuando llega la hora de comer y no tenés ni idea de donde comprar algo te aseguro que te da una angustia ! Todo esto se resuelve en poco tiempo, uno empieza a caminar por el barrio y va descubriendo todo aquello que busca, que necesita y que finalmente encuentra. La gente se va abriendo, te vas haciendo primero conocidos, luego amigos. El terreno empieza a volverse más amable, menos árido, en lugar de cactus ahora empezás  a ver árboles y flores a los lados del camino. El sol vuelve a salir cada mañana, y aquel mundo en el que irrumpiste sin invitación y donde nadie te estaba esperando comienza a tener algo de vos . Ahora hay caras amigas que te saludan por el barrio, gente que tiene tu teléfono y llama!! y no sólo tu familia de Argentina!
Se tejen historias de amor y desamor pero ahora tienen el código postal de Barcelona. Ahora las cosas que pasan tienen denominación de origen: Aquí, Barcelona, mi otra casa.

Ahora ya sos parte del paisaje, influis en él lo cambias dejas tu sello.

Mi amiga por sus propias razones ha elegido volverse. Ella también ha tenido que pasar por un montón de situaciones tragicómicas como todos los que una vez aquí solitos y con las ilusiones y la esperanza de que todo iría bien como toda riqueza, empezamos un camino largo y sinuoso esperando al recorrerlo encontrar el propio. A ella su camino de curvas la ha llevado hasta el aeropuerto del Prat, donde comenzará a recorrer otro camino, el de regreso. En este también puede haber cactus, aunque sepas que luego llegarán las flores. Pero volver tampoco es fácil.

Le deseo lo mejor, un aterrizaje suave, un período de adaptación ( como en las guarderías) sin mucho llanto, y que esta vez las curvas sean el camino.

Aquí siempre tendrá una amiga que sigue recorriendo las curvas de su camino, GPS en mano para llegar a destino. Si es posible con el mismo código postal o al menos que empiece con 080 (Barcelona).

lunes, 22 de agosto de 2011

Ratón y Freud


He visto en la noticias que al parecer el toro “Ratón” podría haber sufrido un trauma infantil. Con apenas 10 días de vida y en ausencia de sus dueños, unos jóvenes lo encerraron y lo hicieron correr hasta el agotamiento. Sus dueños lo encontraron temblando, exhausto y aterrado en un rincón.

Se cree ahora que este hecho podría haber sido el disparador de su agresivo carácter y su instinto asesino.

Ni ratón se salva del psicoanálisis. Parece una tontería analizar como en el diván del analista la conducta de un toro, pero si lo vemos como una muestra más de como la naturaleza nos dice que si la tratamos mal ella hará lo mismo con nosotros tal vez suene diferente.

También sería un buen ejemplo de como la naturaleza se puede volver en nuestra contra si la maltratamos. Ratón es un toro, o sea un animal o sea una parte de la naturaleza, igual que los humanos, las hormigas y los monos. Igual que los tomates larga vida, que viven mucho y saben poco, los pollos con hormonas, que se quedan en nuestro organismo, y los alimentos transgénicos que no se pude decir que en todos los casos sean peligrosos para la salud pero tampoco se puede demostrar al 100% que no lo sean. Por no hablar de los agroquímicos.

Ratón es solo un animal pero todo esto me ha hecho pensar que, últimamente están pasando muchas cosas que ponen de manifiesto el maltrato y el abuso que venimos haciendo de los recursos naturales, y del planeta en general, como si tuviéramos otro a donde ir cuando acabemos con este. Ya en 1950 Ray Bradbury en sus Crónicas Marcianas usaba la ciencia ficción para criticar la conducta destructiva de los seres humanos y de como eran capaces de destruirlo todo. Tan lejos no estaba de la realidad.

Si bien es cierto que no hemos destruido todo, parece que estuviéramos tratando de ganar algún campeonato a ver quien rompe más y más rápido.

Recursos naturales que se agotan, falta de agua y comida en países menos afortunados en cuanto a clima y recursos naturales propios, alimentos con un aspecto saludable y apetecible pero sin sabor y potencialmente riesgosos para la salud ...

No irá siendo hora de empezar a respetar un poco la Vida así con mayúsculas? La vida de todos, la de los toros, los tomates y los humanos. Por que respetando la vida en general desde la hierba más insignificante o el insecto menos perceptible, estaremos respetando la de todos.

Yo no creo que el ser humano sea un malo incurable,no quiero creerlo, pero hay mucho malo suelto y con poder. Y creo que es responsabilidad de todos los que pensamos diferente hacer nuestro aporte para que esto cambie.

Ray Bradbury relataba en sus Crónicas como los humanos colonizaban Marte después de haber destruido la tierra, para luego usando los mismos criterios hacer lo mismo con el planeta rojo, era ciencia ficción.

Yo propongo que paremos a tiempo y que volvamos a empezar con una mirada distinta.

Hay muchas acciones individuales que sumadas pueden provocar un cambio, algunos ejemplos podrían ser: los espacios sin humo, el uso de la bicicleta como transporte, el compartir coche para ir a trabajar, recibir facturas electrónicas en lugar de en papel, no imprimir si no es necesario, podríamos poner muchos más ejemplos pero lo fundamental es partir de la idea de hacer las cosas de modo de generar el menor impacto posible en nuestro hábitat.

Si partimos de la intención de no dañar y de construir por el bien de todos en lugar de que prevalezca el enriquecimiento individual en detrimento de quien haga falta, puede que no tengamos que buscar un planeta rojo para mudarnos.

Pese a todo yo aún quiero seguir aquí, y tu?


lunes, 15 de agosto de 2011

La 1.15

Hoy o mejor dicho mañana exactamente a la 1.15 hará un año que te fuiste .
Hoy hace un año que te extraño, un año en el que siento tu falta.

Fue la madrugada más desoladora que recuerdo.

Hoy después de madurar todo lo que ha pasado te aseguro que me quedo con lo bueno. Y que todo lo triste y lo difícil del camino hoy lo agradezco como parte de la escuela de la vida que nos da la oportunidad de demostrarnos cuan lejos podemos llegar. Aunque lleguemos sangrantes y agotados pero a puerto hemos llegado.

Por que tomada de tu mano no solo aprendí a caminar por el jardín del fondo de casa, aprendí a caminar por la vida. Aprendí a ser honesta aunque duela, aunque a veces toque perder.

Aprendí que tiene que haber coherencia entre lo que se dice y lo que se hace. A que para llegar hay que luchar y que no se puede dejar de remar a mitad del río.

Fuiste mi primera Fan, en algunos momentos tal vez la única, esto siempre me animó a seguir.

Hay una frase hermosa que dice que un amigo, es aquel que llega cuando todos los demás se han ido. Yo pude comprobar que una madre es una madre hasta el final. Incluso cuando todos se hayan ido.

Alguien me dijo que cuando se extraña mucho a alguien que se ha ido, es por que se ha tenido mucho. Yo agradezco lo mucho que he tenido.

En estos años hubo momentos difíciles, muchos, muy difíciles. A veces, de nervios al límite, quebrados por momentos. Situaciones que puede comprender alguien que ha pasado por lo mismo.

Han sido años de pruebas. Hoy creo que de pruebas superadas, de objetivos alcanzados por ambas partes.

De la conciencia en paz, que apoya la cabeza sobre la almohada y duerme en paz por que puede.

Me enseñaste que “la vida es en una sola dirección, hacia adelante” y con esa premisa, con esta imagen como mascarón de proa sigo navegando las aguas a veces turbias, a veces turbulentas, a veces a oscuras, a tientas, por instinto con rumbo no preciso pero siempre hacia adelante.

Hoy al mirar atrás veo que tengo un montón de cosas buenas para recordar, me diste lo que tenías, lo que sabías, con amor. No se puede pedir más.

Hoy estoy empezando una nueva etapa. En la mochila llevo: todo lo aprendido; los buenos recuerdos; el amor que recibí y sabor del que entregué; la sensación de la tarea cumplida y la conciencia en paz y un cartel con una flecha que pone “calle de un sólo sentido : hacia adelante”

lunes, 8 de agosto de 2011

Soplar, sudar y otros verbos

Hace unos días hablaba con alguien acerca de la tragedia sucedida en Noruega y cuando yo dije que me parecía terrible que la justicia de ese país sólo diera un máximo de 20 años de condena por algo así, mi interlocutor respondió que a él no le importaba esto ya que el no vivía en Norugea ¿? y seguramente no estaría allí dentro de 20 años cuando lo soltaran. Cabe aclarar que además lo dijo usando una expresión local bastante grosera que también se utiliza para referirse al hecho de quitar la piel de las frutas y o de transpirar mucho haciendo ejercicio físico.
Me asombró mucho el hecho de que no le importara nada que alguien capaz de matar a 100 personas a sangre fría pueda quedar libre en 20 años por que total el no estará cerca para ser parte de las próximas 100 victimas.

A mi estas reacciones siempre me descolocan, no puedo entender tanta indiferencia por no decir desprecio por la vida, que, aunque ajena no deja de ser humana, y aunque ninguna de las víctimas fuera de tu familia esa gente tenía una familia que los llorará siempre.

La sequía y la hambruna en el cuerno de África nos llega a través de imágenes que duelen, niños de 7 años con el tamaño de uno de 4 y sin poder levantarse del suelo a causa de la debilidad y la desnutrición.

Seguramente hay gente a la que le sopla algo más que el viento, le suda algo más que la frente por el deporte y pela algo más que las frutas, pero a mi me desespera tan poca conciencia que demuestran algunos. Y me entristece mucho tanto egoísmo.

He oído gente que se enoja por que se piden donaciones para zonas afectadas por catástrofes que no están a la vuelta de sus casas, he oído frases como “ yo daré un duro cuando en este país no haya nadie sin trabajo” y resulta que estos no dan un duro a nadie . No será hora de dejar de mirarnos el ombligo y ver que hay gente que lo está pasando aún peor? Que una cosa es una crisis económica y otra que tu tierra no te de ni agua ni comida no importa cuanto la busques?

No será hora de pensar que aunque estas cosas terribles pasen lejos de casa a todos nos toca hacer algo? Que el mundo, lo habitamos todos y lo hacemos entre todos. Que no hay que preocuparse por la Eta sólo el día que nos planteamos hacer turismo por el País Vasco.

Y lo peor es que los que piensan así tampoco hacen nada por mejorar el pequeño mundo que los rodea. No aportan nada a los que tienen a su alrededor, y no hablo de monedas sino de sonrisas, palmaditas en el hombro, un poco de su tiempo, una mano amiga, una buena escucha en un mal momento. Criticar si que saben, lo critican todo y mucho. Pero si de ellos dependiera que surja un cambio positivo, ya nos podemos convertir en fósiles esperando.

Tal vez en 20 años mi interlocutor del comienzo se plantee que mejor es no visitar Noruega en caso de que un criminal ande suelto, no sea que le sople a el la nuca .

Ya se que en el mundo hay más buenos que malos si no el mundo ya no existiría, pero los malos hacen más ruido que cuando el viento sopla fuerte y a mi me hacen sudar de rabia.

Habrá que buscar la manera de pelarlos como a una cebolla hasta que se queden en nada.

martes, 2 de agosto de 2011

Un día cualquiera

Un día cualquiera te levantas de la cama, sales a la calle, le miras a la cara y le ves diferente.

Un día cualquiera miras el paisaje y ya no parece el mismo.

Algo o casi todo a cambiado y no sabes como ni por que hasta huele diferente.

Un día observas tu vida e incluso el pasado parece distinto.

Es, como si en una tela en blanco pintaras con pinceles muchos colores y al levantar la imagen surgiera una pintura nueva.

Ves todo lo bueno que has vivido y también ves que hasta lo malo a la luz de hoy te ha dejado algo más que cicatrices .

Todo lo duro y lo difícil del camino se hace luz y pasto verde.

Todo lo triste recorrido, se hace camino hacia el futuro, senda iluminada.

Te ves a ti mismo erguido, árbol que ha sufrido la tormenta y sigue allí orgulloso luciendo sus heridas que ya son como tatuajes de la vida y vitamina para el alma que hoy más grande y más serena mira con ilusión el futuro que se acerca.

Que hoy con todas sus vivencias se para decidida frente al a vida que le alcanza como un rayo de luz que atraviesa una ventana



Y ves que todo, todo todo lo vivido ha servido para estar hoy en el camino.

En el camino hacia la luz y tu destino.