martes, 16 de julio de 2013

Viaje de placer


Lo esperó sentada en la semi oscuridad del salón, dejó solo una luz muy tenue y un par de velas encendidas.
El llegó un poco más tarde de lo habitual, dejó como siempre las llaves y el portátil en la mesita de la entrada.
Le pareció raro que no hubiera mucha luz ni ruido , la llamó desde allí – Ana, estás en casa?
- Aquí , respondió ella, con voz tenue como la luz del salón

Mientras se acercaba al sofá con la mano extendida le miró curioso y preguntó, - estás bien? Y le acarició la mejilla
- Perfectamente. Mientras, extendió  su mano y la pasó por su pelo. Le encantaba hacer esto, el tenía un pelo suave y a ella le gustaba esa sensación entre sus dedos.  Luego dejó su mano en la nuca de el y lo atrajo hacia si para besarlo suave al comienzo y más apasionadamente luego.

El no tardó en reaccionar. Se quitó los zapatos con los pies, no quería dejar de besarla ni de tenerla entre sus brazos.
Luego dejó caer la americana al suelo.

Se fueron desvistiendo despacio el uno al otro. Disfrutando de cada botón que se abría, y cada trozo de tela del que se desprendían.
Se rozaron piel con piel, ella le acarició muy suave con la punta de sus dedos. El le respondió  con sus labios y sus manos

El contacto de la piel en pleno apogeo.
Se disfrutaron despacio, se tomaron su tiempo se dieron todo cuanto querían. Llegaron a destino y gozaron a pleno de cada detalle del paisaje. Un verdadero viaje de placer.

lunes, 8 de julio de 2013

El ser argentino


Se encuentran dos o más argentinos y ...

  • Hola, bona tarda, que calor! Parece que el finde tendremos mucha playa eh! Pronostican unos 30 grados, va a estar genial para estar en el agua.
  • Pues si, yo ya he decidido, voy a dejar al marido en casa que tiene que estudiar, y yo cogeré las niñas nos lo pasaremos entre la piscina y la playa.

Los clientes de la planta de arriba bajaban la escalera entre risas. - Que tenés de postre?

  • Pues hay de dulce de leche...
  • No , no me digas que eso es dulce de leche por que no se le parece en nada jaja, bueno tenés de frutilla?
  • De qué?
  • De frutilla!
  • De fresa, si pedís acá algo de frutilla no te va a entender ni Dios jaja, -quiere de fresa
  • Sos argentina?
  • Si
  • Y vivís acá?
  • Si
  • Nosotros estamos de paso, pero la ciudad nos gustó tanto que estamos pensando en quedarnos más tiempo, es precioso esto!
  • Si, la ciudad es bellísima
  • Y ya viste como está todo allá otra vez, un desastre!
  • Nosotros los dos tenemos todo en blanco, pagamos los impuestos y aún así no nos vendían los dólares para viajar!! de locos! Acá se ve todo muy lindo muy tranquilo.
  • Si, es muy lindo, se está muy bien acá. De donde son?
  • De Capital, Villa Urquiza
  • Ah lindo, más tranqui, dentro de lo que es la capital.
  • Si está bueno, y vos acá que hacés, hace mucho que estás? Te gusta? Tenés tu vida acá no?

La conversación siguió un poco más por el mismo rumbo mientras la chica de la tienda nos miraba con una sonrisa enorme y los ojos muy abiertos. Como si viera una peli de ficción pero en su tienda y en vivo y en directo. Giraba la cabeza como en un partido de tenis mirando a la parejita y a mi, alternativamente y asombrada del intercambio de información y sentimientos que se estaba dando en una charla circunstancial entre desconocidos

  • Che gracias, dame de “fresa el postre entonces” gracias suerte!
  • De nada, que les vaya muy bien el resto del viaje!

Me giré hacia la chica de la tienda que aún tenía su sonrisa gigante y sus ojazos muy abiertos.

  • Jajaj, acabas de ver una muestra de lo que significa “ser argentino” dos o tres que no se conocen y se ponen a charlas como si se conocieran de siempre jajaja.
  • Si es cierto, que bonito! Así debería ser siempre no? Por que es bonito esto!
  • Jajaja si es bonito, y bueno, somos así nos abrimos con facilidad, nos damos, nos comunicamos e intercambiamos sin tanto trámite! Jajaja
    Al final yo he decidido llevarme el salmón, quiero cenar ligero.
  • Nada más?
  • No con esto está bien. Y que disfrutes el finde de playa y pisc... pileta, allá piscina se dice pileta.
  • Pileta? Jaja que gracioso -pileta es piscina.
  • Que lo pases bien con tus hijas, hasta el lunes!
  • Gracias a ti, hasta el lunes!

Me fui para casa con la sensación de haber estado en Buenos Aires por un rato. Si, es lindo como somos, me gusta nuestra esencia, nuestra manera fácil, abierta y dispuesta para relacionarnos y me gusta mucho también cuando alguien que no es de allá lo ve y lo valora.

Embajadores de nuestra cultura allá donde vamos, de manera involuntaria, alegre, generosa inconsciente y feliz.


lunes, 10 de junio de 2013

En tu abrazo


Mi brazo en contacto con el tuyo, mi mano rozando tu espalda, mi mano derecha en tu mano. Mi pecho muy cerca del tuyo, puedo sentir tu respiración y el latido de tu corazón.

Tu respiración me dice si te detienes o si avanzas. Tu pecho marca la dirección y tu abrazo me guía. Tu mano en mi espalda me contiene.

Tu intención me lleva hacia un lado u otro, y fundida en tu abrazo y en la música, un tango de Pugliese se convierte en un paseo por las nubes.

Ese abrazo de tango que nos conecta, tu me dices donde vamos, yo escucho tu mensaje, voy donde me digas. Mis pies dibujan en el suelo un ocho adelante, un ocho atrás, un boleo, o una pausa, seguida de una nueva intención.

En ese abrazo tanguero nos fundimos, disfrutamos de la música y por tres minutos el mundo se para, nada más existe, solo esta comunión entre dos que se conocen o que no se conocen, que tal vez no vuelvan a verse, o que se encuentran cada domingo en la milonga para compartir este sentimiento, este momento mágico.

Ese abrazo de mensajes, de música, de sensaciones, en el que tu expresas todo lo que el tango te sugiere y yo interpreto lo que me propones con mi propia emoción.

Ese abrazo que nos permite a todos por un momento vivir intensamente una pasión.

lunes, 3 de junio de 2013

Finales Felices


A veces también hay finales felices, aunque no sean como los de los cuentos.

A veces cuando algo termina es un alivio.

Tenemos naturalmente asociada la idea de que si algo se acaba es un hecho triste y no!! no siempre es así, es más a veces es para celebrarlo.

Terminar una terapia por que uno se siente capaz de andar solo por la vida, es como soltar las muletas, un logro que llega después de un duro trabajo personal y es para celebrarlo.

Terminar una relación amorosa, de las malas, de esas que dejan más que huella, cicatrices, es todo un triunfo. Y por supuesto es para hacer una fiesta, aunque sea chiquita y de entre casa pero es una gran conquista elegir estar solo que mal acompañado.

Y si es una de esas relaciones que tardaron 4 días en mostrar que nunca llegarían a buen puerto pues mejor! así no perdimos más tiempo intentando lo imposible.

Los finales tiene esa ambigüedad de que no se si ponerme triste o alegre, como cuando terminas de leer un libro que te ha acompañado muchas noches y te ha tenido en vilo, y te costaba irte a dormir por que no querías dejar de leer y cuando llegas al final , te sientes un poco solo...

Se nos hace difícil ver el nuevo comienzo detrás de una puerta que se cierra.

Pero aunque no lo veamos, ahí está.

Cuando algo termina, da lugar a que pueda comenzar algo nuevo. Se abre un espacio, un tiempo y una conciencia diferente, un nuevo punto de vista desde donde mirar de una manera nueva. Es otra perspectiva, otro ángulo, otro análisis y seguramente otra conclusión.

Y definitivamente son parte de la vida. Nada es eterno, como dice una canción, ni lo malo ni lo bueno. Y si nada dura para siempre, pues un día se acaba.

Y a veces es una gran oportunidad para volver a empezar.

Bienvenidos los finales felices! Esos que nos abren las puertas del futuro, de la ilusión de lo que puedo encontrar, de todo lo nuevo que voy a aprender y de lo mucho que lo voy a disfrutar.

Bienvenida la experiencia de vivir la vida que con cada final me enseña que delante hay siempre un nuevo reto, un nuevo comienzo y un montón de vida que espera ser vivida.

lunes, 20 de mayo de 2013

Falso amor


Si la ignorancia es la madre de todos los males, la soledad es la madrina de las confusiones amorosas.

Te confundes, te has deslumbrado y crees que es amor.

Crees que puedo llenar todos tus vacíos, o peor aún crees que debo hacerlo.

De pronto te has creído mi dueño.

Intentas manipularme. Convencerme a toda costa de que debemos estar juntos. Te enojas por que no cedo. Eso no es amor.

Donde está el amor? No me conoces, no me reconoces, solo quieres que llene tus espacios tus vacíos, que cure tus dolores, que enmiende tus errores. No me ves a mi, no sabes quien soy, no te importa, solo quieres que encaje dentro del marco de tus ilusiones.

Triste papel el mío si aceptara semejante rol de marioneta en tu obra de teatro particular.

Te agradezco que me hayas dado la oportunidad de confirmar que estoy inmunizada contra las manipulaciones, las agresiones verbales y la locura ajena. Me has puesto delante la tentación de ceder a tus cantos de Sirena. Y yo me he quedado sorda.

Has pasado delante de mi la película con las peores pesadillas que yo pueda imaginar y he sido capaz de tomar el control remoto de la tele y darle al off.

No estaba en tus planes pero me has hecho un favor enorme, por que es inmensamente tranquilizador confirmar que elijo estar conmigo, que con alguien capaz de hacerme daño.

Me llena de orgullo y de amor hacia mi misma, ver que sana estoy! No solo como comida sana y hago deporte, he dejado de tener relaciones tóxicas, amores falsos de esos que se quiebran ante un simple no como respuesta. Y he aprendido a no decir que si, para sostener una ilusión.



lunes, 6 de mayo de 2013

Sensaciones


El olor a lluvia, a tierra mojada, a naturaleza fresca penetró por mi nariz, llegó al cerebro y allí desató una tormenta de sensaciones.

Los días de lluvia de mi infancia vinieron a mi encuentro, vivíamos en una casa con jardín y cuando llovía toda la casa olía a pasto mojado. Y luego recuerdos más nuevos, más cercanos también se hicieron hueco en la imagen y en la lluvia de sensaciones que me trajo la lluvia que caía suavecita, sobre mi calle llena de árboles en plena explosión primaveral.

Esa lluvia mansa, que apenas si hace ruido al caer, como un toquecito seco, como cuando sigues el ritmo de la música con un dedo en la mesa de un bar.

Mi calle estaba especialmente iluminada y tapizada de puestos de feria que le daban un aspecto más mágico, un aire de fiesta alegre y animada, con olor a queso del bueno y a jabones artesanales y a artesanías que no huelen pero se tocan y se lucen en el cuerpo y en la piel.

Las luces, la lluvia, los olores que despiertan los sentidos, disparan los recuerdos y nos llevan de repente a otro tiempo y otro escenario.

La llave grande la del portal de abajo me devolvería a la realidad pero para mi sorpresa ya dentro de mi casa, con las ventanas abiertas el olor a lluvia lo invadió todo y seguí dentro de la niebla de emociones y la magia de la feria de mi calle allí abajo.

Respiré hondo muy hondo para no perderme nada. Respiré muy hondo para que me llegara este oxígeno puro a todas las células de mi cuerpo, para limpiar mi mente, y para aquietar el espíritu.

Me sentí plena, cerré las ventanas que empezaban a golpearse con el viento y me senté a escribir.

lunes, 29 de abril de 2013

La tristeza


Era una tristeza tan sólida que casi podía tocarse. Estaba hecha de ilusiones rotas contra una realidad incontestable. Una realidad que no dependía de su voluntad, una realidad que le ganaba la pulseada como si del otro lado de la mesa se hubiera sentado un luchador de sumo.

Como cuando un coche choca de frente contra una pared. Destrucción total. No importa cuanto intentemos planchar la chapa o reconstruir las piezas. Se ha roto, sus tripas están al aire, expuestas desparramadas por el asfalto, ya no funciona y no lo hará por más que lo llevemos al mecánico.

Decidió moldearla como arcilla. La tomó entre sus manos, y la amasó cariñosamente como hacen los artistas con sus obras. La dio vueltas entre sus manos y y su mente hasta que consiguió empezar a darle forma. Y vió que tenía una forma humana que no era la suya. Vio como iba tomando su propia forma, su tamaño y sus colores. Y cuando la imagen se hizo clara, vio que estaba hecha de sus propios recuerdos, de sus dolores y sus miedos, sus prejuicios y sus dudas y su propio miedo a sufrir. Los del otro. Por una vez todo esto no le pertenecía. Y tampoco podía hacer nada para repararlo.

Separó la masa en dos, y ahora tomó su propia tristeza entre sus manos y la amasó dulcemente aderezada con sus lágrimas saladas, con su desconcierto, y su sorpresa y descubrió que se sentía inmensamente triste por no poder hacer nada. Se quedó mirando las tripas al aire. Se quedó mirando la tristeza grande con forma de otro y se volvió hacia la suya con forma de manos abiertas pero vacías y sin posibilidad de dar respuestas.

Es duro aceptar que a veces no puedes hacer nada. No son tus tripas.

Se sentó a respirar profundo, tenía que aprender a ser un espectador pasivo ante las tripas.

Todo un desafío para alguien acostumbrado a hacer, a cargarse la mochila al hombro y a remar contra corriente.

Se hizo un te, se sentó, cerró los ojos y decidió darse tiempo para aceptar con sabiduría aquello que no podemos cambiar ahora que ya estaba aprendiendo a reconocer la diferencia.